Domotizar por productividad

La domótica puede liberar nuestras vidas de micro decisiones como encender luces o ajustar el clima, aumentando nuestra productividad y comodidad

Hace mucho tiempo escuché una historia sobre Albert Einsten: le gustaba reducir al mínimo las decisiones intrascendentes de la vida, entonces, por ejemplo, tenía 7 trajes iguales, y todos los días se vestía igual, según dice la historia, para no tener que decidir qué ponerse cada día. Así se guardaba esa “energía mental” para cosas más importantes. Esta fue la primera versión de esta historia, que luego escuche varias veces más, de presidentes, empresarios, expertos en productividad, etc.

El fundamento detrás es que tenemos una capacidad limitada de tomar buenas decisiones, entonces si reducimos la cantidad de decisiones que tomamos cada día, las decisiones que tomemos van a ser mejores; mejor fundadas, mejor pensadas. Así logramos enfocarnos en las decisiones donde aportamos más valor.

Mural de Albert Einsten

Sin darnos cuenta, estamos constantemente pendientes de micro decisiones y “estados” de la vida: “¿apagué el aire antes de salir?“, “¿cerré con llave el auto?“, “¿vale la pena predner la luz de este cuarto si voy a estar un segundo buscando algo nada más?“, “¿está lo suficientemente oscuro para prender la luz mientras estudio?“. Son tan micro que ni lo notamos, y aún así es probablemente el tipo de decisiones que más veces tomamos en nuestra vida. Einstein se solo se vestía una vez por día, pero seguro prendia y apagaba luces una decena de veces. ¿Se imaginan lo que hubiera logrado en su vida liberandose de ese millar de micro decisiones?

Quizá no solemos pensar en la domótica como aglo que ayude con la productividad. Siempre lo relacionamos con la eficiencia energética y el comfort (sin duda es cierto), pero tiene otras caras menos famosas, aunque las más fáciles de notar en el día a día.

Hace ya unos años que mi casa está domotizada en mayor o menor medida. Las cosas que más impacto tienen son muchas veces las más básicas. Desde que automatice las luces del baño, me la paso dejando la luz del baño prendida en otras casas. Ya me olvidé absolutamente que al ir al baño tengo que estar pendiente de la luz. Igual en la escalera.

En mi oficina tengo automatizaciones más avanzadas: clima automático y luces basadas en presencia y luminidad. Acá es donde paso más tiempo durante el día, entrando y saliendo, o quizá super enfocado por algunas horas. Hace rato que no me encuentro trabajando en total oscuridad, ya que sin que yo lo piense, las luces se prenden en cuanto la luminidad del ambiente llega a un minimo. Mis ojos agradecidos (¿podemos hablar de los beneficios para la salud de la domótica?). Igual con el clima, no tengo que estar pendiente de si prendo o apago el aire, anda todo solo.

Para mi la tecnología es mucho más que “chiches divertidos”. Es una ventana de posibilidades casi infinitas para mejorar nuestra vida, solo limitada por nuestra creatividad.

¿Que micro decision te gustaría elimiar de tu vida? Dejanos en los comentarios, seguro que tiene solución

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